17 julio 2009

Catalanofagia

Ya me lo decía el camarero de mi tugurio favorito, "no hay más cera que la que arde". Un sabio.
El tema del reparto de la paga semanal entre los 17 hermanos y primos prometía su guerra y aquí la tenemos, sobre todo cuando papá España decidió que ya era hora que al primo catalán le tocaran unos cuantos eurillos más para poder pagarse el motel cuando pillara cacho.
A nadie le molestaría si no fuera por toda la cola que trae un reparto de suma cero: lo que se da a uno se le deja de dar a otro. No puedes disponer de tarta y media cuando sólo tienes una.

Así que papá decidió aumentar un poquito más (11.000 millones de nada, unas 110 veces el fichaje de CR9) la asignación, para poder darle a todo el mundo -sobre todo, a uno en concreto- un plus con el que pagarse los copetes... ¿copetes, dije?
Ah, aquí está el problema. Y la catalanofagia.
Porque resulta que el primo catalán dice que esa interesante asignación (unos 3.800 millones en el 2012) servirán para las reformas de su habitación, que la tiene hecha unos zorros. Cercanías, carreteras, hospitales, colegios... vamos, todo lo que viene siendo medianamente normal en un país del llamado Primer Mundo.
Los hermanos y primos que viven de papá España, que no tienen un pelo de tontos, dicen que ya, claro. Que tanto pitote viene por pulirse la pasta en trastos de belleza y caprichos sin sentido, como embajadas en el Rockefeller Center de NYC y otras 46 (¡¡46!!) ciudades más, informes pagados a precio de adamantium que al final ni se hacen, plataformas pro selecciones propias... vamos, todo lo que viene siendo medianamente normal en un caradura del Primer Mundo.

Entonces llegan los tipos que disfrutan envolviéndose en banderas y gritan "¡catalanofobia!". Una palabra con poderes sobrenaturales que consigue callar a las masas e incluso acercar a los más tímidos, y es que nadie quiere parecer lo que en realidad nadie es.
Dicen que el PP es anticatalán porque protesta más que ningún otro. Que en sus palabras se destila catalanofobia y que poco más y alientan la limpieza étnica. Luego se extrañan (y se enfadan) si algún iluminado los compara con los judíos y no sólo por el tema del vil metal. Ese mismo discursito utilizan los mandamases de Yisra'el cada vez que alguien mete baza en el "conflicto" de Palestina. Y también funciona.
_Tío, no me compares el asesinato de civiles y ocupación militar con reivindicaciones nacionalistas más o menos legítimas.
No se me ocurre. Tampoco soy yo el que utiliza el lenguaje -"catalanofobia"- para contraatacar y justificar así lo que difícilmente es justificable.
¿No suena fuerte "antisemita"? ¿No nos recuerda a escenas inhumanas y dantescas? Ein Reich, ein Führer... ¿a crímenes contra la humanidad en Auschwitz, Sachsenhausen o Buchenwald? Entonces... ¿por qué "anticatalán" va a resultar tan sencillo de utilizar? Si te expones a utilizarlo como arma política y arrojadiza, luego no protestes si se buscan -y se encuentran- odiosas comparaciones.
De hecho, esa es la idea. Asociar a un partido de derechas con un régimen nacionalsocialista. Identificar unas siglas (PP) con otras (NSDAP) para poder así reunirlos a todos en un único concepto englobador y aislante: fascistas. Y es que es así de fácil, ¿a que sí?

Libradme de etiquetas ideológicas o posiciones partidistas. No necesito ser fiel a un partido para sentirme fiel a mí mismo. Pero tampoco esperéis que defienda argumentos que son muchas cosas, menos argumentos.

Ya sabemos todos que por dinero se hacen muchas cosas. Algunas, hasta malas. No descubriré la pólvora por nadie cuando digo que los sicarios, políticos, putas, brokers, narcos y la prez de la humanidad hace lo que hace porque en realidad era su vocación de pequeñito y lo haría gratis pero que, ya que pagan (y muy bien), pues qué menos que aprovecharlo.
A mí me resulta francamente difícil de defender la posición catalanista. Una comunidad con cuatro canales de televisión pública -no son baratos y, por ejemplo, Madrid "sólo" tiene dos-, cuatro emisoras de radio pública -mismo ejemplo: Madrid no tiene-, un cuerpo de policía propio -Madrid cero coma cinco-, los sueldos de cargos públicos más altos de toda España, que gestiona el 50% del IVA recaudado allí (y digo bien, allí, no en toda España) y es bastante dinerito, con "embajadas" en las mayores (y más caras) capitales del mundo junto con toda la tropa que vive de ellas... ¿resulta que no tiene dinero para hospitales o escuelas? Pues no me extraña. Lo raro es que no les hayan cortado la luz o les visite el Monasterio del Cobro.

Resulta que decir todo esto es catalanófogo. Eres anticatalán como eres antiespañol si no te gustan los toros: un genuina gilipollez.
A mí me parece muy bien que una comunidad con pasta suficiente para pagarse sus vicios y caprichos quiera más para pagar todo lo que es más necesario sin renunciar a lo anterior. Cualquiera con dos dedos de frente lo querría y en el fondo todos buscamos lo mismo. Lo que no puede ser es que si alguien protesta porque se siente agraviado sea acusado de catalanofagia. Que a lo mejor también quiere pagarse algún capricho.
_¡Pues no a la meva costa! ¡Que estic fart de pagar a andaluces y extremeños y sus PER! Antes pago una embajada en Manila.
_¡Y las autopistes! ¡Volem las viejas autovías con sus tramos peligrosos pero gratuitos!
_¡Y a gent que me cae mal, como los taurinos que no son de José Tomás!
Es que, por si alguien aún no se había enterado, ellos son los únicos que se mantienen y nos mantienen a todos. De hecho, España se podría llamar Gran Cataluña si no fuera por los imperialistas castellanos, insaciables ellos.
Ah, la catalanofagia. Qué gran invento.

1 comentario:

  1. Anónimo9:49 a. m.

    Uffff....M'Abstindré de fer comentaris a aquest sac de lletres... Nomes dir-te que aconsegueixes fer emergir la meva part mes nacionalista...

    ARI

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