15 febrero 2008

Efemérides

La peor parte de un catarrazo que dura ya una semana (y lo que me rondará...) es la sensación de presencia etérea semiconsciente (lo que algunos llaman "estar sonao") en cualquier parte. Fijaos si la cosa está chunga que estoy planteándome volver al Hospital de la Princesa...

Pero la noticia del día, por raro que parezca, no es mi salud. Tampoco lo es que a otro yankie se le haya salido un tornillo (y van...) y se haya cargado a cinco compañeros en una universidad (qué manera más graciosa tienen algunos de celebrar cuasi-aniversarios...). Por no serlo, ni siquiera la renovación vitalicia de Casillas y Raúl se pueden considerar el bombazo del momento... y no será porque no haya nada que decir al respecto.

Es más, hasta diría que la gran cagada y metedura de pata de Z con un micrófono indiscreto (que traería cola si Estepais fuera serio) bien podría merecer ese título. Pero... nones.

Damas y caballeros, amiguitos y amiguitas del progressive o del minimal: exactamente hoy, hace 110 años, comenzó el hundimiento de España en el lodazal del que aún no hemos salido: el Desastre del 98 terminó por empezar un día como hoy cuando una "misteriosa" explosión destruye en el puerto de La Habana el crucero norteamericano Maine.

Ciento diez años dan para mucho. Por ejemplo, para hacer que todo el orgullo colectivo de una nación se disuelva y se convierta en una constante y pesimista denigración de nosotros mismos. Para perder dos de los enclaves más ricos del país (La Habana por aquella época era, en términos económicos, superior a Barcelona) y, además, provocar una espiral fatalista que culminaría en un nuevo desastre, el de Annual. Creo yo que ya va siendo hora de superar todo aquello... ¿no?

Ah, por cierto, otro día como hoy mucho tiempo más atrás, en un pueblo italiano al pie de las montañas nació un niñito al que su padre quiso hacer estudiar medicina, aunque al chaval le daba exactamente igual trepanar y sacar humores. Tampoco era muy religioso, y eso que estudió en un colegio de curas. Ni muy amigo de la filosofía.
Se llamaba Galileo Galilei.

No hay comentarios:

Publicar un comentario